Tiempo de lectura: 2minutosRemiro, Merino, Le Normand, Aritz Elustondo, Monreal, Isak, Januzaj, Zubeldia, Oyarzabal, Ødegaard y Gorosabel
En el momento de su despedida, argumentamos los méritos de un entrenador, que le hacían merecedor de nuestro agradecimiento.
Pero, evidentemente, Imanol no hubiera conseguido nada sin los 101 jugadores que han integrado sus plantillas y que también han aportado lo suyo. “He sido el líder, pero el mérito es de todos”, concluía.
Los medios destacan habitualmente la falta de gol como fuente de los males que aquejan a la Real Sociedad. Se trataría de un problema que venimos arrastrando desde hace un tiempo y que se ha hecho carne esta temporada 2024-25, dejándonos lejos de los puestos que dan acceso a las competiciones europeas. Hasta Sergio Francisco ha situado esta falta de gol como un tema central, en el que está trabajando con su staff de cara al próximo curso. Creo que es algo que se percibe con carácter general.
Pero los números no entienden de percepciones y nos dicen que igual esta sensación está ocultando un problema mayor.
Tiempo de lectura: 3minutosGaldos, Amadeo, Martín Marculeta, Izaguirre, Ilundain y Trino; agachados: Kiriki, Mariscal, Cholín, Paco Bienzobas y Yurrita (Atotxa, 10-02-1929)
Tras muchos dimes y diretes, el 10 de febrero de 1929 nacía la Liga. Los aficionados de la Real Sociedad se las prometían muy felices y no era para menos.
El comportamiento del equipo en las competiciones del año anterior permitía poner el listón muy alto. La manifiesta superioridad mostrada por la Real Sociedad en el Torneo de Campeones, clasificada en segundo lugar con dos partidos menos que el Barcelona; el subcampeonato de Copa en la triple final de las odas; y el Campeonato Regional de Guipúzcoa, permitían soñar con la posibilidad de alcanzar metas ambiciosas.
En el ámbito académico es comúnmente aceptado que dar cuenta de la realidad es una tarea que justifica la existencia misma de la filosofía, estando ambas intrínsecamente ligadas. Sin embargo, en el del Athletic Club, filosofía y realidad corren caminos diferentes, lo que a menudo genera confusión.
Así termina el comunicado oficial del club que informa sobre la decisión de Imanol de no continuar dirigiendo al equipo la próxima temporada y así comienza esta entrada.
Cuando Imanol Alguacil Barrenetxea (Orio, 4 de julio de 1971) empezó a correr la banda en el Orioko Fútbol Taldea, ni en sus mejores sueños asomaba la posibilidad de llegar a jugar en la Real Sociedad.
Cuando colgó las botas en 2003 y empezó a entrenar al cadete del Orioko, lo hizo “sin ningún afán de nada más que de enseñar y transmitir lo que sabía a los chavales del pueblo”.
Cuando se hizo cargo del equipo tras cubrir las salidas de Eusebio Sacristán y Asier Garitano, ni en nuestros mejores sueños pudimos imaginar que llevaría a la Real Sociedad hasta donde ha llegado.
¡Anda!, ¡pero si es el “emérito”! ¡En Atotxa!, ¡y con txapela! ¿Cómo así?, porque ni siquiera la prensa de la época se hace eco de su presencia en la grada.
Jorge Eliécer Amaya dice que “la regla del fuera de juego es la de mayor sutileza del fútbol; con toda seguridad podemos afirmar que, de su existencia y forma, han dependido prácticamente todas las variaciones de la táctica y estrategia del juego”.
La sutileza ha llegado a tal punto, que todas las jornadas vemos cómo se detiene el juego para tirar líneas y hacer mediciones milimétricas, no exentas de polémica; lo que nos está llevando al absurdo, en su acepción más primaria, de hacer algo que no tiene sentido.
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El fútbol fue concebido como un juego de ataque en el que todos los jugadores hacían la guerra por su cuenta para conseguir el gol, objetivo motor del juego. Pronto se empezó a tomar conciencia de que era necesaria alguna regulación para evitar la concentración de delanteros ante la portería contraria.
Con este propósito se adoptó la regla del offside o fuera de juego, fuera de lugar o posición adelantada, que existe desde que se pusieron en vigor las Reglas de Cambridge en 1848, las primeras consensuadas del football association, que así se llamaba el fútbol entonces. Efectivamente, la regla trataba de evitar que los múltiples delanteros se situaran detrás de los pocos defensores y que el juego quedara concentrado en los dos extremos del terreno de juego.
Para los txuriurdinak, Atotxa y Mujika son nombres que evocan, por sí solos, pasión. Pasión por el fútbol, por unos colores, por un equipo, la Real Sociedad. Atotxako futbol zelaia fue el campo en el que desde 1913 hasta 1993, los donostiarras vivieron ochenta años de alegrías y tristezas; Mujika Taldea, con permiso de Bultzada Txuriurdina, la peña con mayor solera de la historia de la Real.
Sin embargo, no es habitual preguntarse por el origen de esos nombres que tanto nos dicen. Qué hay detrás de ellos. Yo lo he hecho y hoy comparto el resultado.