En 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de “las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan”. Hoy no necesitamos el fútbol para saciar nuestras pequeñas almas y los “idiotas” que lo juegan no saben lo que es el barro en los terrenos de juego. Podemos ser aficionados al fútbol y amar los colores de un equipo, sin que las almas, grandes o pequeñas, se vean afectadas por ello.
Con ese espíritu abro este blog, en el que trataré sobre la historia de mi equipo del alma, la Real Sociedad, fijándome más en la sustancia, que al fin y al cabo eso es el alma, y dedicándolo, muy en especial, a quienes lo siguen, partido a partido, haga sol o frío, aunque no lo necesiten para saciar su alma. Entre col y col, iré introduciendo curiosidades, temas de actualidad y otros asuntos, siempre relacionados con el fútbol, que pueden tener un interés más general.
Eduardo Valencia Aguirre