Tú a la Real y yo a Osasuna

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“Cuando hay navarros, a la Real le va bien”, ha dicho Diego Carasusán, presidente de la Peña Real Sociedad de Tudela, comentando la marcha del equipo. Impresión que el Diario de Navarra había expresado antes de manera similar: “Más navarros, mejor Real Sociedad”.

Con Mikel Merino, Álex Remiro y Jon Pacheco en el campo y la reciente aportación de Nacho Monreal y el ansoaindarra Gaizka Ayesa, portero suplente de la final de Copa, no creo que haya ningún realzale que lo ponga en duda. Pero este maridaje no es de hoy, porque, como vamos a ver, se remonta hasta los años veinte del siglo pasado.

Félix Ilundain, ‘Bolico’, fue el primero en hollar el puerto de Azpiroz en dirección Donosti. Llegó a la Real con 19 años para defender la camiseta txuriurdin y debutó el 18 de diciembre de 1927, hace casi un siglo. “Un chico que cuanto mejor juega, peor cara pone”, aseguraban las crónicas de la época. Bolico’ Ilundain y su paisano José Labarta, ‘Pepito’, fueron los pioneros, y ambos inauguraron el Campeonato de Liga el 10 de febrero de 1929 con la Real Sociedad, en un derbi contra el Athletic que acabó con empate a uno; gol de Paco Bienzobas, quien cuatro años después jugaría en Osasuna.

Otra hornada de navarros llegó en los cincuenta, dando al equipo estabilidad en Primera. Entre otros, destacaron José Javier Echaniz, todo un baluarte defensivo; el pequeño de los hermanos Gastón Esquiroz, Perfecto, que había mostrado un precoz talento goleador que le venía de su familia corellana; Fermín Gordejuela Roncal, centrocampista de corte defensivo, encargado precisamente de dar esa estabilidad al equipo con sus ocho temporadas, 242 partidos jugados y 14 goles; y Félix Iribarren Teré, otro goleador, conocido como “el futbolista caballero” porque, según cuentan las crónicas, cuando sufría una dura entrada se la solía recriminar al adversario diciéndole: “¿Consigues algo con portarte así? Eso no es de hombres”.

Campeón de Liga 1980-1981

“Garra, espíritu, lucha, entrega y sacrificio” eran las cualidades que definían al futbolista navarro al decir de Rafa Marañon. Pero la penúltima promoción, que llegó en la década de los ochenta, añadió una sexta: la necesaria calidad para hacer grande a la Real Sociedad, ganar dos ligas (1981 y 1982), una Supercopa (1982) y una Copa del Rey (1987). Juan Mari Amiano, Genaro Celayeta, Jose Mari Bakero, Jon Andoni Goikoetxea, Txema Lumbreras y el gran Satrus, Jesús Mari Satrustegui, el delantero eterno que con sus 163 goles sigue siendo el máximo goleador de la historia de la Real, son sus máximos exponentes.

En total han sido 34 los jugadores navarros que han contribuido a dar lustre a la Real Sociedad. Este sería el equipo tipo.

(Temporadas/Partidos/Goles)

Quedan en el banquillo Perfecto Gastón, Félix Iribarren Teré, Juan Mari Amiano, Santi Bakero, Javi Gracia, Aitor Aldeondo y Carlos Martínez, el expreso de Lodosa.

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Fuentes: Real Sociedad, BDFutbol, Transfermarket, Txuriurdinak

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Menos conocida es, sin embargo, la relevancia de la aportación guipuzcoana en el devenir rojillo. 26 jugadores pasaron directamente de jugar en la Real Sociedad a hacerlo en Osasuna y otros 50 guipuzcoanos lo hicieron desde otros equipos o sin siquiera haber vestido la camiseta txuriurdin. 76 guipuzcoanos en total hicieron el recorrido inverso, unos coronando Azpiroz, otros enfilando la A-15.

Cecilio Arrizabalaga, José Sánchez Ciriza y José Mari Ezcurdia fueron los pioneros en la temporada 1928-29. Pronto llegaron desde la Real Sociedad Narciso Oyaneder y los hermanos Bienzobas, Paco, Cuqui y Custodio, a la par que se producía el regreso a casa de ‘Bolico’ Ilundain tras su periplo txuriurdin.

Esta aportación es evidente en el primer ascenso de la historia de Osasuna a Primera División, en la temporada 1934-35. Ocho jugadores guipuzcoanos integraban la plantilla, 6 el equipo titular: Manuel Recarte, Cuqui Bienzobas, José Luis Castillo, Paco Bienzobas, Julián Tell y el repescado ‘Bolico’ Ilundain; a quienes se unieron Chechu Sánchez y Eduardo Juaristi. Además del ascenso, este equipo fue semifinalista de la Copa del Rey y subcampeón de la Copa Vasca, con los mismos puntos que el campeón, el Athletic.

Osasuna 1934-1935

En los cincuenta, llegaron, para volver a la División de Honor y dar estabilidad al equipo en Primera, José Ignacio Zubeldia, el gran Sabino Andonegui, con su extraordinario juego de cabeza, uno de los mejores del fútbol hispano de todos los tiempos, y sus 127 goles; Manuel Uncilla, Ignacio Eizaguirre, el mejor portero de la España de posguerra, toda una leyenda bajo los palos; Alberto Albistegui y Juan Zubiaurre.

En fin, todos pusieron su granito de arena en las distintas etapas de la historia de Osasuna, pero, de los 76 guipuzcoanos, merecen también su pequeño espacio en este artículo jugadores como Pedro Irastorza, José Mari Zaldua, los hermanos Berridi, Luis y Fernando; Juan Ignacio Lasa, José Ucin, José Antonio Aguirre, Agustín Amantegui, José Mari Arroyabe, José Eduardo Berriozabal, Carlos Sorondo, Pizo Gómez y los porteros Bixente Biurrun, Asier Riesgo y Aitor Fernández.

Este sería el equipo tipo de los guipuzcoanos en Osasuna.

Se sentarían en el banquillo Bixente Biurrun, Carlos Sorondo, Fernando F. Berridi, Jesús Ucin, Pedro Irastorza, Agustín Amantegui y Manuel Uncilla.

Unos y otros, cuando se cruzaban por el camino se decían: tú a la Real y yo a Osasuna, tú a Osasuna y yo a la Real.

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Fuentes: Real Sociedad, BDFutbol, Transfermarket, Txuriurdinak

Una respuesta a «Tú a la Real y yo a Osasuna»

  1. Como siempre los datos reales que recoges nos cuentan la realidad de una casi hermandad entre los dos equipos. Sólo el fatídico partido del descenso puso un lunar en la relacion, que algunos hemos olvidado al cabo del tiempo.
    Continuara

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