Marcial Arbiza es un perfecto desconocido, incluso para la familia txuriurdin. Nació en Urnieta el 8 de julio de 1914 y empezó a romper alpargatas en el Colegio de San Bernardo-La Salle de Donosti, entre un puñado de chavales que, en unos años, serían buenos futbolistas: Ignacio Goyeneche, que jugó en la Real (1932-35) y el Valencia (1943-45); Peña Iriarte ‘Peñita’, en la Real (1931-33) y Atlético de Madrid (1934-36); y Félix Daguerresar, en la Real (1935-40).
Continuar leyendo «Le salvó el fútbol»Caso Zubiaurre
Del sueño a la pesadilla
Finalizada la temporada, se abre un tiempo de reflexión, de análisis, de altas y bajas, de planificación para el próximo curso. Los focos se trasladan del césped a los despachos y se habla de posibles fichajes, de contratos, de cláusulas… Una firma promete sueños, pero puede brindar auténticas pesadillas, porque los contratos los carga el diablo. Si no, que se lo pregunten a Iban Zubiaurre Urrutia (Mendaro, 22 de enero de 1983).
Continuar leyendo «Caso Zubiaurre»Jugá como Volante
El origen de algunos términos utilizados en la fútbolsfera da para contar curiosas historias. Ya lo vimos hace tiempo con el de la chilena, o chorera, y hoy lo vamos a ver con el de volante.
Es habitual leer y escuchar en las secciones deportivas de los medios, referencias a Martín Zubimendi como “el volante donostiarra” o “el volante de la Real Sociedad”. Todos sabemos que lo hacen por su posición en el campo. Martín es un centrocampista que juega delante de la zona de contención, clave para armar la columna vertebral del equipo de Imanol; para mantener la posesión del balón, ofreciendo siempre soluciones a los defensas y al portero para superar la presión del contrario en la salida; jugador por quien pasa la ocupación de espacios defensivos, pero también buena parte del peso en la creación del juego; atento siempre al robo y recuperación de balones para luego salir conduciendo, dando al equipo equilibrio entre la defensa y el ataque. Un futbolista de mucho talento, tácticamente sobresaliente, un peón de brega que, con garra y gran capacidad de trabajo, despliega su juego por todo el campo. En fin, cualidades que reúne un buen volante de contención o de recuperación, que dicen los que saben.
Pero, por qué decimos volante. ¿Tiene algo que ver con la capacidad de estos centrocampistas para conducir al equipo? ¿Tendrá que ver con su posición táctica en el terreno de juego?
Continuar leyendo «Jugá como Volante»Una Real de cine
Nunca la Real debe dejar de ser el mejor equipo de fútbol del mundo. Aunque nadie lo sepa.
Aunque nadie lo note (Elías Querejeta, El espíritu de Atocha)
En la presentación de este blog, recordaba que en 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de “las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan”. Ochenta años después, la Real seguía dando pruebas de que se puede amar el fútbol y los colores de un equipo sin descuidar el alma.
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