Primera Liga, primer bulo

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Galdos, Amadeo, Martín Marculeta, Izaguirre, Ilundain y Trino; agachados: Kiriki, Mariscal, Cholín, Paco Bienzobas y Yurrita (Atotxa, 10-02-1929)

Tras muchos dimes y diretes, el 10 de febrero de 1929 nacía la Liga. Los aficionados de la Real Sociedad se las prometían muy felices y no era para menos.

El comportamiento del equipo en las competiciones del año anterior permitía poner el listón muy alto. La manifiesta superioridad mostrada por la Real Sociedad en el Torneo de Campeones, clasificada en segundo lugar con dos partidos menos que el Barcelona; el subcampeonato de Copa en la triple final de las odas; y el Campeonato Regional de Guipúzcoa, permitían soñar con la posibilidad de alcanzar metas ambiciosas.

Sin embargo, rebasado el ecuador de la competición, el equipo estaba lejos de los primeros puestos, el sexto de once. Se había ganado al Athletic de Madrid en el Metropolitano (0-3) y, en Atotxa, al Barcelona (3-0), goleando al Racing de Santander (8-1), pero también se había perdido contra el Arenas de Getxo, en Ibaiondo (3-0), y el Europa, en El Guinardó (4-3).

Estaba siendo una temporada irregular: cuatro victorias, tres empates y cuatro derrotas; las altas expectativas generadas se iban desvaneciendo y algunos aficionados, frustrados, comenzaron a hacer lo que otros suelen hacer hoy en las redes: despotricar y desvariar. Aquellos, acusaron a los jugadores de “falta de voluntad y entusiasmo”, atribuyendo esas carencias a diferencias con la Junta directiva.

Reunidos los jugadores de la Real Sociedad, preocupados por lo que estaba pasando, tomaron la decisión de emitir un comunicado dirigido “A la afición donostiarra”, que se publicó el 14 de mayo de 1929 en El Pueblo Vasco: “Una carta y once firmas”; y La Voz de Guipúzcoa: “Los jugadores de la Real Sociedad se dirigen a la afición”, en el que calificaban de “infundios” las reiteradas acusaciones.

“Con gran sentimiento hemos venido leyendo las críticas locales de nuestras últimas actuaciones, en las que se nos achaca repetidamente una falta de voluntad y entusiasmo, de cuyas acusaciones debemos protestar, por considerarlas injustas, ya que en todo momento hemos respetado a nuestro público, a quien tanto debemos y le estamos reconocidos, poniendo en las luchas del fútbol todo nuestro saber y entusiasmo. Pero la afición debe comprender que después de dos temporadas fatigosas por la gran cantidad de partidos jugados, es casi inevitable que se produzca una crisis temporal de juego en algunos, pero en ningún modo debida a falta de entusiasmo.

Debemos, pues, salir al paso de ciertas campañas, en las que se nos ha tomado de base o argumento para atacar a la Junta directiva de nuestro club, achacándosenos esas faltas de voluntad y entusiasmo por supuestas diferencias con ella, y nos hemos creído en la obligación de manifestar públicamente a la afición donostiarra que no existen en absoluto tales diferencias ni rozamientos, estando en todo momento identificados con su manera de proceder.

Señalemos al mismo tiempo que, al fichar este año como jugadores profesionales, quedando en definitiva en nuestro club, rechazando algunos de nosotros ofrecimientos de otros clubs, y conociendo la verdadera situación económica, convinimos en la necesidad de establecer una política de economías, obligada, además, por esta transformación al profesionalismo, la cual se ha seguido con rectitud, a nuestra entera satisfacción, por la buena unión que siempre ha existido entre directivos y jugadores, no teniendo ningún motivo de queja, privación ni molestias, tanto en los desplazamientos ni en otro sentido.

Creemos, en consecuencia, que estas sinceras manifestaciones nuestras bastarán para desvanecer esos repetidos infundios, y la propia afición tendrá ocasión de comprobar cómo siempre ponemos todo nuestro entusiasmo en la defensa de los colores de nuestro club.”

Firman esta declaración en “San Sebastián, 13 de mayo de 1929. – Luis Iruretagoyena [Kiriki], Jesús Izaguirre, Amadeo Labarta, Angel Mariscal, Félix Ilundain [Bolico], T. Galdós [Tomás], Arizcorreta [Trino], Martín Marculeta, Mariano Yurrita, Ignacio María Alcorta [Cholín], Paco Bienzobas”. Los once que posan en la foto que abre esta entrada, al comienzo del partido contra el Athletic en Atotxa, el primero de la historia de la Liga.

En 1929 las únicas redes que había eran las de las porterías, pero ya pululaban tras ellas aficionados a lanzar bulos y los jugadores de la Real tuvieron que salir a la palestra.

Nota: la situación mejoró en los últimos siete partidos con cuatro victorias, una de ellas sobre el Real Madrid en Atotxa (5-4), un empate y dos derrotas, lo que permitió a la Real Sociedad ascender hasta la cuarta posición final con 20 puntos, por detrás del Barcelona (25), Real Madrid (23) y Athletic Club, con los mismos puntos; y Paquito Bienzobas se hizo con el primer pichichi de la historia de la Liga de Primera División, con 16 goles en 18 partidos.

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