Real Sociedad, 2 – Inter, 0
El 3 de octubre de 1979, Atotxa vivió una de sus noches mágicas. Emoción, buen juego, intensidad… y dos goles que dieron la victoria a la Real, en un partido épico contra el Inter.
Más de dieciocho mil aficionados llenaron Atotxa, dispuestos a animar al equipo en su intento de dar la vuelta al marcador adverso que se traía del partido de ida disputado en San Siro. Y muy cerca se estuvo.
El equipo italiano llegó confiado por el favorable marcador que traía, y saltó al terreno de juego con el propósito de defender el 3-0 conseguido en su estadio dos semanas antes. Pero a punto estuvo de pagarlo caro. Además de los dos goles, los realistas tuvieron numerosas ocasiones, mandaron dos balones a la madera y les escamotearon un claro penalti a López Ufarte. Los nerazzurri, sin embargo, sólo tuvieron una oportunidad de marcar, en un cabezazo a bocajarro de Muraro que salvó Arconada.
La Real desplegó desde el pitido inicial un juego rápido, intenso y valiente, desbordando coraje y superando en todo momento al rival. En el minuto 3, López Ufarte era zancadilleado dentro del área por Canuti, pero el colegiado inglés se llamó a andanas y no señaló el penalti. Desde el comienzo, los interistas se propusieron detener la avalancha de juego txuri-urdiñ a base de faltas y juego subterráneo. Sin llegar al minuto 5, Pasinato veía la tarjeta amarilla por agredir sin balón a Idigoras, quien a continuación remataba ante la meta del Inter enviando el balón a córner el meta Bordon.
La siguiente oportunidad donostiarra llegaba en el minuto 12, cuando un cabezazo de Alonso estrellaba el balón en el larguero. El juego de la Real hacía vibrar a sus aficionados y el primer gol no tardó en llegar. En el minuto 21, un centro de Diego es cabeceado por Alonso hacia la zona donde se haya Satrústegui, que remata flojo, pero el meta Bordon no logra blocarlo y, en el rechace, en medio de un gran barullo, el ariete donostiarra logra enviar el balón al fondo de la portería.
El equipo txuri-urdiñ seguía buscando la meta rival con ahínco, especialmente por la banda izquierda de Roberto López Ufarte. Pero el marcador no se movía, a pesar de las ocasiones que tuvieron Diego y Alonso y una magistral jugada de López Ufarte en el minuto 45, con la que termina la primera parte.
La segunda mitad transcurrió con el mismo guion. La Real obligó al Inter a seguir encerrado en su área para contener a un equipo volcado al ataque y defender numerosos saques de esquina. Por el contrario, los italianos fueron incapaces de llegar a la portería de Arconada, dedicándose a perder tiempo, tirándose continuamente al suelo, lo que desquició al público y jugadores, derivando en dos tanganas que no llegaron a mayores.
Antes del segundo gol, Satrústegui dispuso de otra ocasión de oro para marcar en un remate con el portero batido, pero el poste repelió el balón. En el minuto 77, Alonso realiza una gran jugada por la izquierda, apoyado en López Ufarte, profundiza hasta la línea de fondo y envía un pase atrás que Satrústegui empalma con la pierna izquierda para hacer el segundo.
Los últimos minutos fueron de intensa presión en busca del tanto que permitiese llegar a la prórroga, con el público en pie animando al equipo, pero el gol no llegó y la Real cayó eliminada. Quedó el regusto amargo de una victoria que no fue suficiente. Sin embargo, después de tres participaciones en competiciones europeas, cuatro eliminatorias y ocho partidos, éste quedó para la historia de la Real Sociedad como su primer triunfo europeo.
Ficha del partido
Pasados los años, los propios interistas recuerdan el partido como un mal sueño. “Nos encontramos muchas dificultades. Me acuerdo de la grada, del calor de la gente. La Real hizo un gran partido y, si te soy sincero, creo que mereció pasar aquella eliminatoria”, ha dicho Gabriele Oriali, titular aquella noche en el equipo italiano.
Si bien es cierto que el Inter ganó aquel año la liga italiana y que cinco de los jugadores que participaron en la eliminatoria, Marini, Oriali, Altobelli, Causio y el portero Bordon, fueron campeones en el Mundial de España de 1982, no lo es menos que, aquella temporada, la Real consiguió el subcampeonato de Liga, que no ganó por los amaños del Real Madrid, y que aquello fue el preludio de las ligas de 1981 y 1982.